Santos de hoy: San Ponciano; Papa Mártir No. 18 de la Iglesia Católica y San Hipólito; Presbítero, Mártir
Ponciano. De origen griego, «Aquel que es marinero».
Ponciano probablemente fue romano y el primer pontífice de la historia de la Iglesia que no permaneció en la silla de San Pedro hasta su fallecimiento. Hipólito nació en la segunda mitad del siglo II. Fue Presbítero de la Iglesia de Roma en la época del Obispo Ceferino. Se distinguió por su cultura y elocuencia.
En ese entonces, Orígenes; conocido porque fue un gran pensador y filosofo; fue alumno del padre Hipólito. Tiempo después por cuestiones de teología y de disciplina eclesiástica; el padre Hipólito no aceptó la elección del diácono Calixto como Papa.
El resultado fue una separación de la iglesia en Roma y por tal razón el Padre Hipólito se alejó durante unos diez años. Cuando llegó el Papa Ponciano a Roma, encontró a la Iglesia dividida.
En el año 235 surgieron las persecuciones del emperador Maximino el Tracio; que provocó la deportación del Papa Ponciano y del Padre Hipólito a las minas de sal de Cerdeña donde reconciliaron sus posturas y pusieron fin a la división de la iglesia de Roma.
Poco después; el Padre Hipólito y el Papa Ponciano fueron martirizados con azotes hasta que murieron. Sus cuerpos fueron trasladados a Roma donde fueron inhumados en las catacumbas de San Calixto. El catálogo de Santos los recuerda el 13 de agosto.
LA FIGURA DEL PAPA SAN PONCIANO
Ponciano (* Roma, ¿?-† Cerdeña, 19 de noviembre de 235) fue el decimoctavo papa de la Iglesia católica entre el 21 de julio de 230 y el 28 de septiembre de 235.
Ponciano no permaneció en la silla de San Pedro hasta su fallecimiento, ya que renunció, siendo el primer obispo de Roma en la historia de la Iglesia cuya renuncia está totalmente confirmada por documentos históricos. Otro papa que renunciaría siglos después, en el siglo 21, fue Benedicto 16, el 28 de febrero de 2013
Procedió a confirmar la condena que Demetrio de Alejandría lanzó sobre los textos de Orígenes sobre la Resurrección y ordenó el canto de los Salmos en las iglesias y la recitación del Confiteor antes de morir y el uso del saludo Dóminus vobiscum (‘El Señor esté con vosotros’).
Al igual que sus antecesores, se enfrentó al antipapa Hipólito que mantuvo el cisma que había iniciado al negarse a reconocer a Ponciano como obispo legítimo.
Ponciano formaba parte de los amigos del emperador Alejandro Severo, cuya destitución, muerte y la consiguiente subida al trono del imperio de Maximino el Tracio, reactivó las persecuciones contra los cristianos y provocó que tanto Ponciano como Hipólito fueran deportados a las minas de sal de Cerdeña donde lograron reconciliar sus posturas, poniendo fin al primer cisma que había sufrido la Iglesia al renunciar ambos, con lo cual fue posible la elección de Antero.
Poco después de la renuncia, Ponciano e Hipólito fueron martirizados. Tiempo después, por mandato del papa Fabián sus cuerpos fueron trasladados a Roma y Ponciano fue inhumado en las Catacumbas de San Calixto un 13 de agosto, día en que se celebra la fiesta de ambos por indicación del papa Pablo VI.5
De su tiempo es la virgen y mártir santa Cecilia, patrona de la música. Bajo el pontificado de Ponciano, Valeriano (quien se cree que era el mismo Valeriano, esposo de santa Cecilia) se convirtió al cristianismo y fue martirizado.
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