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Liturgia Cotidiana 26 de febrero




De la feria. Verde.

LECTURA Ecli 4, 11-19

Lectura del libro del Eclesiástico.

La sabiduría encumbra a sus hijos y cuida de aquellos que la buscan. El que la ama, ama la vida, y los que la buscan ardientemente serán colmados de gozo. El que la posee heredará la gloria, y dondequiera que vaya, el Señor lo bendecirá. Los que la sirven rinden culto al Santo y los que la aman son amados por el Señor. El que la escucha juzgará a las naciones y el que le presta atención habitará seguro. El que confía en ella la recibirá en herencia y sus descendientes también la poseerán. Al comienzo, ella lo conducirá por un camino sinuoso, le infundirá temor y estremecimiento y lo hará sufrir con su disciplina, hasta que tenga confianza en él y lo haya probado con sus exi­gencias. Después, volverá a él por el camino recto, lo alegrará y le revelará sus secretos. Si él se desvía, ella lo abandonará y lo dejará librado a su propia caída. Palabra de Dios.

Comentario: El Autor enseña que la sabiduría divina encumbra al hombre y lo encamina hacia él. Además, esta se autorre­vela como auténtico camino de realización humana y subraya los beneficios prácticos para quien la aplica: sensatez, instrucción, vida, alegría y bendición de Dios.


SALMO Sal 118, 165. 168. 171-172. 174-175

R. ¡Tu ley es mi alegría, Señor!

Los que aman tu ley gozan de una gran paz, nada los hace tropezar. Yo observo tus mandamientos y tus pres­cripciones, porque Tú conoces todos mis caminos. R.

Que mis labios expresen tu alabanza, porque me has enseñado tus preceptos. Que mi lengua se haga eco de tu pro­mesa, porque todos tus mandamientos son justos. R.

Yo ansío tu salvación, Señor, y tu ley es toda mi alegría. Que yo viva y pueda alabarte, y que tu justicia venga en mi ayuda. R.


ALELUIA Jn 14, 6

Aleluia. «Yo soy el Camino, y la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí», dice el Señor. Aleluia.


EVANGELIO Mc 9, 38-40

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Juan le dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros». Pero Jesús les dijo: «No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí. Y el que no está contra nosotros, está con nosotros». Palabra del Señor.

Comentario: Jesús reprocha la actitud de su discípulo por celos misioneros y creerse como los únicos depositarios del anuncio del Reino. En este sentido, el Señor aclara que la universalidad del evangelio no es solo con relación a los destinatarios sino también recae sobre sus agentes. Por tanto, la tarea de “hacer el bien” no es exclusividad de unos pocos o privilegiados sino de todo aquel que se identifica con la causa del Reino.

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