Los Toldos y Junín: la ruta turística que recorre la infancia de Eva Perón
Pocos personajes de la historia argentina despiertan tantas pasiones, interpretaciones y símbolos como Eva Duarte de Perón. Su nombre, reducido cariñosamente por el pueblo a Evita, se convirtió en sinónimo de justicia social, lucha femenina y presencia política arrolladora.
Antes de ser la primera dama, antes de pararse en los balcones de la Casa Rosada, Eva fue una niña de pueblo, una adolescente con sueños y una viajera decidida a cambiar su destino. Hoy, esa historia temprana, que mezcla mitos, documentos y relatos orales, se puede recorrer en un circuito turístico fascinante que une dos localidades bonaerenses: Los Toldos y Junín. Ambas reclaman haber sido la cuna de Evita. Ninguna renuncia a ese privilegio y en esa disputa se abre una invitación irresistible a conocer el corazón de la provincia de Buenos Aires, desde una perspectiva histórica, emocional y profundamente argentina.
Los Toldos, la raíz humilde de una prócer
“Los Toldos quedó atrás, pero en mi alma quedó para siempre ese viento de campo y la mirada de mi madre” , frase citada por biógrafos atribuida a cartas personales de Evita. Así se siente llegar a Los Toldos: el paisaje se pausa. Calles anchas, casonas bajas, siluetas de árboles viejos y una calma que parece ajena al vértigo moderno.
Entre campos sembrados y cielos abiertos, el 7 de mayo de 1919, según algunos testimonios y registros, nació Eva María Ibarguren, hija natural de Juana Ibarguren y Juan Duarte.“Nací en Los Toldos, un pueblo pequeño de la provincia de Buenos Aires. Mi infancia fue dura, pero llena de sueños” , fragmento de Eva Peron en “La razón de mi vida”, 1951.
El atractivo principal del recorrido toldense es la casa natal de Evita, hoy transformada en el Museo Evita de Los Toldos. La vivienda, sencilla y austera, recrea con fidelidad el entorno en el que creció. Hay fotos familiares, documentos, una reproducción del dormitorio y relatos que acompañan en una caminata íntima y emocional. Es fácil imaginar a una niña morocha, de ojos grandes y curiosos, corriendo por el patio, descalza y con las rodillas raspadas. “Recibir visitantes en la casa donde creció Evita es abrir una puerta a la historia, pero también al alma del pueblo”, expresó la guía del Museo Casa Natal de Eva Perón.
Más allá de cuál fue el lugar exacto donde nació la líder, lo cierto es que la infancia de Eva Perón está tejida entre Junín y Los Toldos.
Pero Los Toldos no se reduce a una postal. También se puede visitar la plaza principal, donde flamean murales con el rostro de Evita, y perderse por las calles donde aún se respira esa mezcla de orgullo y pertenencia que sus habitantes sienten por “la hija del pueblo”. En el cementerio local descansa gran parte de su familia materna, otra parada que invita a la reflexión:“Yo era chica, pero me acuerdo cuando la Juana salía con sus hijos a la plaza. Evita era callada, pero siempre miraba todo con unos ojos muy vivos” , recordó una vecina de Los Toldos, en un testimonio recogido en entrevistas del museo.
La localidad, además, es tierra mapuche. Muy cerca del casco urbano se encuentra la comunidad mapuche Ignacio Coliqueo. Con visitas guiadas, charlas y eventos culturales, se puede complementar su recorrido inmersivo en otra identidad, menos visible, pero igual de rica.
Junín, el trampolín hacia la gran ciudad
A 40 kilómetros de Los Toldos, la ciudad de Junín también reclama su lugar en la historia. Allí figura, según consta en una de las partidas de nacimiento registradas en 1945, el nacimiento de Eva Duarte. Lo cierto es que Junín fue, sin duda, el escenario de su adolescencia.
Allí Eva cursó sus estudios primarios, se acercó al mundo del teatro aficionado, y forjó ese carácter decidido que la llevaría a Buenos Aires. Los edificios del centro aún conservan esa arquitectura de los años 20 y 30, y en especial la estación ferroviaria, que sigue siendo un lugar cargado de simbolismo: fue desde donde, se dice, Eva tomó el tren hacia la Capital Federal con apenas 15 años y una valija liviana pero los sueños pesados de ambición.“En Junín nadie la olvida. Acá empezó su sueño de ser actriz. La vimos muchas veces caminar sola hasta la estación”, contó un empleado ferroviario jubilado, citado por medios locales.
Junín también ofrece otras atracciones culturales: el Museo Histórico Municipal, con salas dedicadas a figuras locales, el Teatro de la Ranchería -de enorme valor patrimonial- y cafés antiguos. La ciudad combina lo moderno con lo nostálgico, y propone una pausa serena entre la historia y la vida cotidiana.“Eva venía siempre con su madre a hacer las compras al centro. Se paraban en la vidriera del teatro y ella se quedaba mirando como si ya supiera que algún día iba a estar ahí arriba”, relató una vecina de Junín, en relatos orales del archivo histórico local.
A 40 kilómetros de Los Toldos, la ciudad de Junín también reclama su lugar en la historia.
Más allá de cuál fue el lugar exacto donde nació la líder, lo cierto es que la infancia de Eva Perón está tejida entre estos dos pueblos y recorrerlos es una forma de acercarse a la dimensión humana de una figura emblemática. Evita no nació vestida de gala, ni bajo los reflectores. Nació en la llanura, entre el viento de la pampa y los silencios largos de los pueblos rurales.“La disputa por el lugar de nacimiento de Eva Duarte no es sólo un tema geográfico, sino simbólico: representa la apropiación del mito por parte de dos territorios que vieron crecer a la niña antes de convertirse en Evita”, narró el historiador Felipe Pigna.
El circuito turístico entre Los Toldos y Junín es ideal para una escapada de fin de semana, para disfrutar de la gastronomía local de pastas caseras, empanadas, quesos, embutidos y tortas fritas, hospedarse en estancias o casas de campo, y conectar con el ritmo lento de la Provincia profunda.
Y al final del recorrido, al subir de nuevo al auto o al tren, algo queda. Una emoción tenue. La certeza de haber caminado por los mismos senderos que una niña delgada y decidida pisó un siglo atrás, sin saber aún que su rostro algún día estaría en los billetes, en los balcones, y en el corazón de millones, a nivel mundial.
Caminar por Junín o Los Toldos es más que turismo. Es pisar la tierra donde se gestó un mito, sentir la historia palpitando en cada esquina y llevarse, sin querer, una parte de Evita en la mirada.
Información práctica para el viaje
Cómo llegar: Desde Buenos Aires, Junín está a 260 km por Ruta Nacional 7. Desde Junín, Los Toldos queda a 40 km por Ruta Provincial 65.
Qué visitar:
Los Toldos: Museo Casa Natal de Evita, murales, comunidad mapuche Coliqueo.
Junín: Estación de tren, Museo Histórico Municipal, Teatro de la Ranchería.
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