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La región bajo agua: Inundaciones, hectáreas perdidas y la batalla política por las obras inconclusas



CRISIS HÍDRICA EN EL CENTRO-OESTE BONAERENSE. 
Miles de hectáreas agrícolas y ganaderas siguen anegadas en Junín y General Viamonte tras lluvias récord. Productores denuncian el colapso de canales y caminos rurales, mientras la crisis abre un nuevo foco de conflicto entre el Gobierno Nacional y la Provincia por la falta de inversión en infraestructura.

El exceso hídrico se ha consolidado como la principal amenaza para el sector agropecuario del centro-oeste bonaerense a lo largo de 2025. Los artículos analizados confirman que distritos como Junín y General Viamonte se encuentran entre los más afectados, con miles de hectáreas bajo agua que comprometen la siembra de cultivos clave como maíz, soja y trigo, además de generar graves complicaciones en la lechería y ganadería. La situación se agrava por el estado intransitable de los caminos rurales, bloqueando el ingreso y egreso de insumos y producción.

La crisis no es solo meteorológica, sino principalmente estructural e institucional. Productores agropecuarios reclaman con urgencia un plan sostenido de mantenimiento de canales y caminos rurales, señalando que las obras de infraestructura inconclusas son la causa fundamental de que el agua se acumule y no escurra. Esta problemática ha escalado rápidamente al ámbito político, posicionando a las inundaciones como un nuevo foco de tensión y debate entre los gobiernos Nacional y Provincial.

La gravedad del panorama llevó a distintas acciones políticas, desde la visita de funcionarios nacionales (como Patricia Bullrich) que prometieron créditos y asistencia, hasta el reclamo formal de intendentes radicales a la Provincia por el pago de deudas que permitirían encarar obras locales. Mientras los modelos climáticos anticipan una posible reducción de lluvias para el trimestre noviembre-enero, las zonas anegadas siguen sufriendo, y la solución parece depender más de los despachos que de las condiciones del tiempo.

Máquinas trabajando en caminos rurales del distrito de Carlos Casares, uno de los más afectados por la crisis hídrica regional.

Análisis de los Ejes Centrales de la Crisis

1. Impacto productivo crítico

La inundación afecta directamente la capacidad productiva de la región. Se reporta que la situación mantiene bajo agua miles de hectáreas, comprometiendo la siembra y el traslado de insumos. En distritos como Junín, se han registrado 34.976 hectáreas comprometidas. Los productores alertan que el problema no se limita a un cuartel, sino que se replica y profundiza debido al exceso de lluvias acumuladas que superan ampliamente los promedios históricos. El campo ha calificado los anuncios de asistencia como "buenos", pero ha sido claro en que no significan la “solución inmediata” al problema estructural.

2. La deuda de infraestructura y el conflicto político

El reclamo central y transversal es la falta de inversión y mantenimiento de canales. Las notas señalan que las obras inconclusas abren otro foco de conflicto entre Nación y Provincia. Este debate se intensifica con las declaraciones de intendentes y funcionarios, quienes coinciden en que la infraestructura pluvial es deficiente y el crecimiento urbano/agrícola no ha ido acompañado de una inversión adecuada. La lucha política por la responsabilidad de las obras es una constante, mientras los campos se mantienen saturados.

3. El contexto climático inestable

A pesar de que gran parte de la región pampeana sigue saturada de humedad, los reportes climáticos del INTA y el SMN advierten sobre un posible "déficit" de lluvias hacia el final del año y principios de 2026. Este cambio de tendencia podría beneficiar a zonas necesitadas (como Córdoba o La Pampa), pero difícilmente revertirá la situación de los suelos ya anegados, exponiendo a la región a una nueva vulnerabilidad ante la sequía, una vez que el agua superficial se retire.

El agua se acerca peligrosamente al casco urbano de Bragado.

Llamada a la acción

La crisis hídrica de 2025 deja una lección dolorosa: el ciclo productivo de la provincia está en vilo por la falta de previsión y ejecución de obras hidráulicas. Mientras las cosechas se pierden y la red vial se colapsa, la dirigencia política debe superar la confrontación por las obras inconclusas y priorizar un plan de inversión a largo plazo y no meramente asistencialista. La única manera de blindar el corazón productivo de la provincia contra la alternancia de inundaciones y sequías es garantizando el mantenimiento sostenido y la culminación de la infraestructura hídrica necesaria para el escurrimiento y la retención del agua.

Campo de General Viamonte atravesado por la masa hídrica



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