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Liturgia de la Palabra: Lunes 9 de Junio



Memoria obligatoria, tiempo ordinario - Blanco. María Madre de la Iglesia


PRIMERA LECTURA

Del libro del Génesis 3, 9-15.20

Después que Adán y Eva comieron del fruto prohibido, llamó el Señor Dios a Adán y le preguntó dónde estaba. Él contestó: “Te sentí venir por el jardín y me dio miedo, porque estoy desnudo. Por eso me escondí”. Dios le preguntó: “¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Será que comiste del fruto del árbol del que te prohibí comer?’”. El hombre respondió: “La mujer que tú me diste para que me acompañara fue la que me dio de ese árbol, y yo comí”. El Señor Dios le preguntó a la mujer: “¿Qué fue lo que hiciste?”. La mujer respondió: “La serpiente me engañó, y comí”. Entonces le dijo el Señor Dios a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita serás entre todos los animales, domésticos y salvajes. Caminarás arrastrándote y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la de ella. La descendencia de la mujer te herirá en la cabeza, cuando tú la hieras en el talón”. El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los vivientes.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

Salmo 86

R. Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios.

• Él la ha cimentado sobre el monte santo; y el Señor prefiere las puertas de Sion a todas las moradas de Jacob.R/.

• Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios. Se dirá de Sion: “Uno por uno todos han nacido en ella; el Altísimo en persona la ha fundado”. R/.

• El Señor escribirá en el registro de los pueblos: “Este ha nacido allí”. Y cantarán mientras danzan: “Todas mis fuentes están en ti”. R/.

E VANGELIO

Del santo Evangelio según san Juan 19, 25-34

En aquel tiempo junto a la cruz de Jesús estaban también su madre, la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a su madre y cerca de ella al discípulo que Él tanto amaba, Jesús le dice: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego dice al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquel momento el discípulo la acogió en su casa. Después, sabiendo que ya todo estaba cumplido, y para que la Escritura se cumpliera, Jesús dice: “Tengo sed”. Había allí una vasija llena de vinagre; empaparon, pues, una esponja, la sujetaron a una rama de hisopo y se la acercaron a la boca. Después de beber el vinagre, dijo Jesús: “Todo está cumplido”. E inclinando la cabeza, entregó el espíritu. Como era el día de la Preparación, los judíos rogaron a Pilato que mandara quebrar las piernas de los crucificados y retirar sus cuerpos, para que no quedaran en la cruz el sábado –porque aquel sábado era muy solemne–. Los soldados fueron y quebraron las piernas del primero y del otro que habían sido crucificados con Jesús. Pero cuando llegaron a Él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza, y al instante brotó sangre y agua.

Palabra del Señor.

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